Constantemente en la consulta psicológica escucho a las personas manifestar que están muy estresados. Cuando les pregunto si identifican sus detonantes de estrés, la mayoría logra enumerar algunos, como por ejemplo: temor a contagiarse de covid19, exceso de carga laboral, el cambio de sus rutinas habituales a partir de la pandemia, las deudas, problemas familiares o de pareja, el tener que equilibrar el tiempo que dedica a sus hijos y a su trabajo, entre otros.
Licda. Alejandra Lara
Psicóloga con énfasis en clínica
Constantemente en la consulta psicológica escucho a las personas manifestar que están muy estresados. Cuando les pregunto si identifican sus detonantes de estrés, la mayoría logra enumerar algunos, como, por ejemplo: temor a contagiarse de covid19, exceso de carga laboral, el cambio de sus rutinas habituales a partir de la pandemia, las deudas, problemas familiares o de pareja, el tener que equilibrar el tiempo que dedica a sus hijos y a su trabajo, entre otros.
Cuando compartimos las manifestaciones o síntomas del estrés, la mayoría de los consultantes hacen una lista de los síntomas que experimentan cuando se encuentran estresados como: dificultades para dormir, tensión muscular, malestar estomacal (gastritis, colitis), pérdida o aumento del apetito, intolerancia, ansiedad, irritabilidad, enojo, dificultades para concentrarse, problemas de memoria, preocupación constante…
Sin embargo, cuando les pregunto por sus estrategias para gestionar el estrés que experimentan, pocos tienen claridad de lo que les ayuda a prevenirlo, unos alternan actividades que les han recomendado probando ¡cuáles les sirven!, y otros buscan ayuda hasta que sienten que no pueden más y tienen el agua hasta el cuello. Son pocos los que cuentan con un plan para prevenir y gestionar el estrés.
Tomando en consideración que el estrés es una realidad que afecta a gran parte de la población, y actualmente más, debido a la situación de pandemia que vivimos, se hace indispensable, que se aprenda a gestionarlo.
Dado que cuando aprendemos a gestionarlo, ganamos calidad de vida y prevenimos una lista grande de síntomas, manifestaciones y consecuencias del estrés mantenido.
La persona al aprender a gestionar su estrés, evita las consecuencias perjudiciales que acarrea el mismo a corto y mediano plazo. El estrés mantenido, conduce a la persona al agotamiento físico y mental, al envejecimiento acelerado, y padecimiento de algunas enfermedades crónicas relacionadas con él.
Desde la experiencia en la atención y acompañamiento psicológico, lo primero, a la hora de trabajar el estrés que la persona experimenta y le afecta en su desarrollo cotidiano, es detenerse, me refiero a hacer una pausa, para poder situarse en el momento presente, escucharse a sí mismo, prestarse atención y atender sus necesidades. Una vez la persona se ha escuchado a sí misma y ha identificado las manifestaciones de estrés que presenta, puede hacer una lista de ideas posibles para trabajar el mismo, eligiendo aquellas que considere le son de mayor prioridad, e ir así elaborando su propio plan de gestión del estrés.
En el taller online que brindamos le ayudamos a la persona a desarrollar su propio perfil de estrés, situándose en su presente, identificando sus detonantes de estrés y características…además de brindarle una serie de recomendaciones y técnicas que le serán de utilidad y ayuda en su proceso de aprender a gestionarlo.
Si experimenta estrés constante, que le afecta en su calidad de vida. Para nosotros será un gusto poder acompañarle.
¡Opte por mejorar su calidad de vida,
será su mejor inversión!
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