"El camino para sanar las pérdidas"
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En nuestro camino de la vida, pasamos por momentos muy felices, y también por momentos difíciles y dolorosos, en los que enfrentamos pérdidas (pérdidas de amigos, de una relación amorosa, de un trabajo, de una mascota, de las expectativas que teníamos sobre algo que no resultó, de un empleo o bien material, pérdidas de un ser querido que falleció y hasta de la salud misma, entre otras muchas).
Licda. Alejandra Lara
Psicóloga con énfasis en clínica
“El camino para sanar las pérdidas”
En nuestro camino de la vida, pasamos por momentos muy felices, y también por momentos difíciles y dolorosos, en los que enfrentamos pérdidas (pérdidas de amigos, de una relación amorosa, de un trabajo, de una mascota, de las expectativas que teníamos sobre algo que no resultó, de un empleo o bien material, pérdidas de un ser querido que falleció y hasta de la salud misma, entre otras muchas).
El cómo manejamos estas pérdidas influye y determina la calidad de nuestra vida. Para tener un proyecto de vida aterrizado necesitamos aceptar nuestra fragilidad mortal, y justamente experimentamos esta fragilidad cuando pasamos por situaciones de enfermedad ya sea propia o de un ser querido o amistad, o situaciones de muerte, estas realidades nos confrontan con el verdadero sentido de nuestras vidas.
Cuando no elaboramos nuestros duelos, empezamos a llevar una carga pesada en nuestras vidas (compuesta por falta de perdón, rencores y resentimientos), requerimos buscar la forma de limpiar esa carga, sanando esos dolores o heridas que llevamos dentro y han marcado nuestras vidas.
En nuestra sociedad hablar de la muerte y del duelo no es algo que se acostumbre mucho, porque ignora las pérdidas como experiencias importantes que forman parte de la vida, en algunas personas es un tema del que simplemente no se habla y se evita, debido a la falsa creencia de que “podemos evitar o pasar el dolor en la medida que no hablemos del mismo”. Por ejemplo, cuántas veces hemos visto casos en los que las personas evitan hablar sobre el ser querido que falleció pensando que así se protegerán y también a los demás familiares del dolor de la pérdida, otro caso sería aquellas personas que creen que deshaciéndose de las pertenencias u objetos que les recuerdan a su ser querido evitarán el dolor o bien el caso opuesto donde las personas dejan la habitación de la persona fallecida tal como estaba y no permite que nadie llegue y toque nada. Lo que realmente ayuda en un proceso de duelo es el darnos la oportunidad de dialogar sobre nuestro dolor o pérdida para poder hacer nuestro proceso de sanar. Por ello se hace tan importante compartir sobre este tema, para comprendernos más, para saber qué es natural sentir y forma parte de este proceso…
Pero entonces ¿Qué es el duelo?
Como lo expresa Gaby Pérez Islas, en su libro “Cómo curar un corazón roto” (2013) “las pérdidas hablan de algo que teníamos y dejamos o vamos a dejar de tener”. La pérdida también es “algo que yo deseaba y nunca pude alcanzar”. Las pérdidas pueden ir desde lo muy simple hasta la muerte de un ser amado o una enfermedad terminal.
El duelo es el estado que surge de una pérdida importante. La pérdida provoca una reacción de dolor, de ausencia. Sin embargo, el duelo es una reacción normal, natural y necesaria que ayuda a la persona a adaptarse a los cambios que se dan en su vida a partir de la pérdida.
El duelo es un acontecimiento vital que conlleva sufrimiento para las personas, inevitablemente nos cambia y de forma habitual progresa hacia la superación, cuando se vive un proceso de duelo sano los cambios en la persona pueden traer mayor fortaleza, madurez y crecimiento personal. En otros casos este proceso puede conducir a la persona a un estado de búsqueda del pasado que no podrá recuperar, ocasionando problemas emocionales.
Es muy importante tener presente que toda pérdida, necesita ser reconocida, conlleva un proceso para ser aceptada y requiere acompañarse de cambios que permitan nuevas perspectivas.
El duelo es una vivencia única e irrepetible, las reacciones que los individuos presentan en un duelo varían, según la persona, la edad y las circunstancias. Hay circunstancias que pueden condicionar la manera de vivir el duelo haciéndolo más difícil entre ellas podemos encontrar: las normas culturales (si en el entorno hay o no aceptación del proceso de duelo), la edad del sujeto que experimenta el duelo (edades como la infancia y adultos mayores), el sufrir pérdidas múltiples o seguidas, la personalidad y forma en que afronta la situación, la relación que tenía con la persona fallecida, si la muerte fue repentina o imprevista, la duración de la enfermedad, la falta de apoyo, la dificultad para expresar su sentir, el rechazo social ante las circunstancias del duelo.
La duración del duelo varía dependiendo de cada persona y situación. En su mayoría pueden durar entre uno y dos años, siendo el primer año el más duro. Poco a poco el dolor se reduce y se pueden tener altibajos. Cada persona tiene su propio ritmo para irse adaptando a su nueva realidad y puede pasar por momentos en los que experimenta ha retrocedido o se siente estancada.
Ante la experiencia de pérdida, en especial de un ser querido, pueden darse una serie de manifestaciones que son normales y que es importante conocerlas para vivirlas con mayor tranquilidad y no asustarse.
Como por ejemplo:
- Sentimientos de bloqueo, de impotencia, de tristeza, de enfado, de culpa, de soledad, de ansiedad, de fatiga.
- Sensaciones físicas como vacío en el estómago, opresión en la garganta y el pecho, falta de aire, y poca energía, sensaciones de despersonalización y debilidad muscular.
- Pensamientos de confusión, incredulidad, dificultades para concentrarse, olvidos, sentido de presencia, alucinaciones visuales o auditivas rápidas.
- Conductas de llanto, insomnio, pérdida o aumento de apetito, distracción, aislamiento, soñar con la persona que falleció y atesorar o guardar objetos que le recuerdan a la persona fallecida, buscar, llamar y suspirar.
Fuentes:
- Diaz P., Losantos S., Pastor P. (2014) Guía de Duelo Adulto Fundación Mario Losantos del Campo (FMLC) (Madrid).
- Mateos R. J (s.f) Afrontamiento del Duelo. Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Regional Universitario Carlos Haya (Málaga).
- Quiles S., Bernabé C., Esclapés G., Martín-Aragón G. y Quiles M. (2007) Apoyo al Duelo ASV FUNESER, S.L.
- Pérez I. G. (2013) Cómo curar un corazón roto. Diana. (México).
- Duelo debido a la enfermedad del coronavirus: Cómo afrontar la pérdida de la rutina durante la pandemia (oct. 13, 2020) https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/coronavirus/in-depth/coping-with-coronavirus-grief/art-20486392
- Lidia G. Asensi ¿Cómo elaborar un proceso de duelo en tiempos de COVID – 19? https://www.psicologiamadrid.es/
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